El pasado sábado, por la última fecha de la Copa Campeonato de la Novena división, se enfrentaron Argentinos Juniors y Estudiantes de La Plata. El pincha, llegaba a este partido peleando el campeonato mano a mano con Boca, pero la derrota por 1 a 0 frente al Bicho lo dejó sin chances y el conjunto Xeneixe dio la vuelta.
Sin embargo, la nota de la jornada no fue el resultado que dejó sin posibilidades de campeonar al León, sino más bien lo que sucedió al final del partido. Si bien ya durante los noventa minutos muchos de los familiares y simpatizantes del conjunto platense insultaron al árbitro, a los jueces de línea e incluso al DT de La Paternal, una vez que terminó el encuentro, se produjo una pelea entre dos jugadores. Pero esto no es todo, ya que se agravó cuando reaccionaron muchos del resto de los futbolistas y el árbitro Marcelo Bais recibió un golpe por parte de un jugador de Estudiantes cuando intentaba intervenir.
Después de éste lamentable hecho, los jueces decidieron no dirigir los partidos siguientes de Octava y Séptima y además, informaron por los incidentes a cinco jugadores, entre ellos el que agredió al árbitro.
Ahora, más allá de repudiar este hecho tristísimo, nos cabe hacer un mea culpa sobre con qué necesidad se exige a chicos de 14 años a ganar un campeonato. Las divisiones inferiores tienen el objetivo de formar al jugador, de prepararlos para el día de mañana. No sirve solamente que sepan hacer goles o que realicen buenas atajadas. Esta también el enseñar a que aprendan respeto por el prójimo, a respetar a las autoridades y a que sepan que no todo pasa por un partido de fútbol. Esto es un juego donde se puede ganar o perder, pero esto no implica la muerte de nadie.
Igual, esto no va sólo dirigido a lo que pasó el sábado en la cancha de Argentinos, sino que es algo general. No nos olvidemos lo que pasó en un Súperclasico dos años atrás. Entendamos de una vez por todas que las tablas de posiciones en las divisiones inferiores no tienen que ser determinantes. Que los chicos están en una etapa formativa y que lo más importante no es lograr un título sino formar buenas personas.